Deseos incontenibles
Siento el golpeteo de tu corazón al latir; escucho el suave fluir del aire que lentamente llena tus pulmones, mientras apoyado en tu vientre, pienso qué es preferible: si vivir la felicidad de sentirte pegada a mí, o esperar la amargura y la muerte que supondrá no tenerte a mi lado alguna vez.

Respiro e inhalo el embriagador perfume de tu sudor. Incontenible, el deseo de poseerte una vez más se apodera de mí y me convierte en la bestia salvaje que te volverá a desnudar sin pudor sobre la cama, para devorarte con un impulso de canibalismo y excitación hasta quedar saciados, uno sobre el otro, respirando sonoramente y envueltos en suaves caricias sin palabras.
Desnudo, sobre tu torso desnudo, volveré a sentir tu respiración agitada, pidiendo en silencio que no tenga la más mínima piedad por ese cuerpo que se derrite en deseos; que sufre espasmos involuntarios; contracciones rítmicas de deleitoso sufrimiento.
Sonrío levemente al saberte mía, de nadie más; que tu cuerpo me pertenece en cada embestida, que tu sangre fluye ardiente por cada rincón de tu ser, buscando ser aliviada por mi sed de ella.
Me miras, pero soy incapaz de mantener esa mirada majestuosa y limpia, que hace olvidar cualquier deseo impuro; y sigo apoyado en tu pecho, mirando hasta donde se pierden las húmedas curvas de tu figura; hasta donde desaparece mi ansiedad; hasta donde no sería capaz de llegar porque sólo aquí quiero quedarme: sobre tí, sintiéndote, viviéndote, matándome.
Me acerco lentamente para respirar tu aire y robarte el aliento, para saciarme una vez más de tu cautivador veneno y ser prisionero voluntario en la cárcel de tus piernas.

Respiro e inhalo el embriagador perfume de tu sudor. Incontenible, el deseo de poseerte una vez más se apodera de mí y me convierte en la bestia salvaje que te volverá a desnudar sin pudor sobre la cama, para devorarte con un impulso de canibalismo y excitación hasta quedar saciados, uno sobre el otro, respirando sonoramente y envueltos en suaves caricias sin palabras.
Desnudo, sobre tu torso desnudo, volveré a sentir tu respiración agitada, pidiendo en silencio que no tenga la más mínima piedad por ese cuerpo que se derrite en deseos; que sufre espasmos involuntarios; contracciones rítmicas de deleitoso sufrimiento.
Sonrío levemente al saberte mía, de nadie más; que tu cuerpo me pertenece en cada embestida, que tu sangre fluye ardiente por cada rincón de tu ser, buscando ser aliviada por mi sed de ella.
Me miras, pero soy incapaz de mantener esa mirada majestuosa y limpia, que hace olvidar cualquier deseo impuro; y sigo apoyado en tu pecho, mirando hasta donde se pierden las húmedas curvas de tu figura; hasta donde desaparece mi ansiedad; hasta donde no sería capaz de llegar porque sólo aquí quiero quedarme: sobre tí, sintiéndote, viviéndote, matándome.
Me acerco lentamente para respirar tu aire y robarte el aliento, para saciarme una vez más de tu cautivador veneno y ser prisionero voluntario en la cárcel de tus piernas.
Comentarios
Sonrío...
Un besito, Óscar
Saludos
Saludos!
mE AGRADO MUCHO ESTE POST..SEGUIRE VISITANDO..
CHAU!
Besos borrascosos
Seguiré pasando por aquí.
Salud!!
Besitos varios.
Gracias por pasarte ^^
Hay veces en las que uno se siente inspirado para escribir estas cosas y pongo la pasión con la que las siento.
Además, con un público tan selecto tengo que intentar superarme en cada escrito.
Besotes!!
Muy buena descripción de un momento muy difícil de describir (al menos para mí, nunca encuentro las palabras que me gusten).
Me encantó.
Saludos.
Lo que no empeora, mejora.Siempre
Y te doy un besazo, muacks
Bueno, te acepto el lema, te prometo que lo cuidaré.
Un besote grande
Sensual y tierno a la vez, me encantó.
Un beso.