De caballos alados y hojas de otoño
Ella tenía una libreta azul llena de sueños; sueños hechos con sonrisas; azul como el mar que contemplaban sus ojos inocentes en las largas tardes de brisas salinas en las que imaginaba caballos alados y sirenas.
El viento le traía pensamientos forjados en el interior de una imaginación que saltaba los bordes, y su bolígrafo escribía existencias surgidas de la nada; soplos de vida extraídos de una juventud romántica.
Su regalo más preciado era una hoja en blanco por la que se perdía durante eternidades caminando entre letras musicales dibujadas al son de la hilaridad de su melodía; volando entre los sueños de un tarareo y un baile perennes.
Sus pasos junto al mar se convertían en huellas troqueladas en la arena de un corazón fantasioso, y borradas por las olas para dejar un nuevo espacio en el que volver a escribir.
Acumulaba historias en los cajones de su propia historia para algún día coserlas y formar una vida dedicada a lo más importante: vivir.
Siempre tuvo mil mariposas enredadas en sus bucles, por los que zigzagueaban dejando estelas de motitas dulces según caminaba o volaba, transportada por las alas de su imaginación.
Jugaba a ser dueña de sus mundos inventados en la oscuridad de un jardín, sobre el fresco césped y bajo una luna rodeada de estrellas estivales; entre amores fugaces y recuerdos perpetuos.
Fue una más entre tantas infancias perdidas con el paso del tiempo, aunque especial bajo un cálido sol en cielos despejados que iluminaban su sonrisa, sus ojos y un alma de colores.
Pero llegaron las brisas otoñales trayendo soplos de responsabilidad y la inocencia comenzó a menguar por los empujones de una madurez incontrolable. Los caballos sintieron con tristeza perder sus alas; las sirenas sus colas y aquel césped verde se marchitó bajo un cielo cada vez más nublado.
Esa niña tuvo que convertir su libreta azul en palabras que ya no plasmaba, descosiendo poco a poco aquellos retales de historia cuya fantasía se trastocaba con el paso del tiempo, convirtiéndose en una realidad triste y mundana. Los bucles se hicieron demasiado largos para controlarlos con alegres colas de caballo.
Tenía que empezar a vivir, pero de otra forma.
Entre tristezas y melancolías permanecía una sonrisa cuya luz se estaba atenuando; fue perdiendo ilusión por llenar de letras sus días, como había sido en su infancia. Y aquellas almas buscadoras de una nueva sonrisa al amanecer anduvieron perdidas sin sus palabras llenas de vida; quedando un hueco arrugado con forma de libreta azul sin un solo trazo que marcara el camino de aquellas sirenas desconsoladas.
Vivimos de nuestras fantasías e ilusiones; sin ellas estamos perdidos.
Vivimos de lo que imaginamos y escribimos; sin ello seríamos simples mortales.
Recuerda que siempre habrá historias que narrar; sentimientos que expresar y personas a las que hacer dibujar una sonrisa al leerlas.
No quiero que ese inigualable don se pierda en el olvido.
El viento le traía pensamientos forjados en el interior de una imaginación que saltaba los bordes, y su bolígrafo escribía existencias surgidas de la nada; soplos de vida extraídos de una juventud romántica.
Su regalo más preciado era una hoja en blanco por la que se perdía durante eternidades caminando entre letras musicales dibujadas al son de la hilaridad de su melodía; volando entre los sueños de un tarareo y un baile perennes.
Sus pasos junto al mar se convertían en huellas troqueladas en la arena de un corazón fantasioso, y borradas por las olas para dejar un nuevo espacio en el que volver a escribir.
Acumulaba historias en los cajones de su propia historia para algún día coserlas y formar una vida dedicada a lo más importante: vivir.
Siempre tuvo mil mariposas enredadas en sus bucles, por los que zigzagueaban dejando estelas de motitas dulces según caminaba o volaba, transportada por las alas de su imaginación.
Jugaba a ser dueña de sus mundos inventados en la oscuridad de un jardín, sobre el fresco césped y bajo una luna rodeada de estrellas estivales; entre amores fugaces y recuerdos perpetuos.
Fue una más entre tantas infancias perdidas con el paso del tiempo, aunque especial bajo un cálido sol en cielos despejados que iluminaban su sonrisa, sus ojos y un alma de colores.
Pero llegaron las brisas otoñales trayendo soplos de responsabilidad y la inocencia comenzó a menguar por los empujones de una madurez incontrolable. Los caballos sintieron con tristeza perder sus alas; las sirenas sus colas y aquel césped verde se marchitó bajo un cielo cada vez más nublado.
Esa niña tuvo que convertir su libreta azul en palabras que ya no plasmaba, descosiendo poco a poco aquellos retales de historia cuya fantasía se trastocaba con el paso del tiempo, convirtiéndose en una realidad triste y mundana. Los bucles se hicieron demasiado largos para controlarlos con alegres colas de caballo.
Tenía que empezar a vivir, pero de otra forma.
Entre tristezas y melancolías permanecía una sonrisa cuya luz se estaba atenuando; fue perdiendo ilusión por llenar de letras sus días, como había sido en su infancia. Y aquellas almas buscadoras de una nueva sonrisa al amanecer anduvieron perdidas sin sus palabras llenas de vida; quedando un hueco arrugado con forma de libreta azul sin un solo trazo que marcara el camino de aquellas sirenas desconsoladas.
Vivimos de nuestras fantasías e ilusiones; sin ellas estamos perdidos.
Vivimos de lo que imaginamos y escribimos; sin ello seríamos simples mortales.
Recuerda que siempre habrá historias que narrar; sentimientos que expresar y personas a las que hacer dibujar una sonrisa al leerlas.
No quiero que ese inigualable don se pierda en el olvido.
Comentarios
La razón de haberlo escrito: primero, por pura envidia sana (escribe mejor que yo, grrrr) y segundo, por egoísmo (no quiero que me deje sin sus historias).
Os recomendo por supuesto que entréis a su blog y comprobéis que no miento.
Espero que os haya gustado el relato.
Un abrazo.
Muchos besos.
Besos
UN BESOOO GRANDOTEEEEEE GUAPOOO¡¡¡¡
Tú en tu línea jeje
Un besito.
besitos fantasiosos...besitos mmmm llenos de vida...besitos llenos de sueños....besitos q no se olvidan...besitos perdidos..jajaja...
creo que no funcionan mis retrocesos. o que se yo. lo intentare con calma en la noche.
Etterna Tanay
y muy buen relato, creo que todos pasamos por momentos asi en la vida.
en que tratamos de reajustarnos al entorno y perdemos un poco de lo que somos, y luego tratarmos de recuperarlo..
me agrado
Saludines y besos
Besos eternos.
pero nadie puede escribir
mejor que tú
más que tú mismo.
Ya que nadie puede sustituirnos
en esta tarea tan personal y cada cual es diferente
Salud
Clem
:)
Besicos
Entraré al blog que comentas esta tarde.
besitos
Por eso, además de darte las gracias, (gracias ^_^) voy ahora mismo a escribir algo que tengo pendiente. Te lo ganaste ;)
P.D: Nunca podría escribir mejor que tú; sólo de forma diferente. Eres un maestro con las letras!
Gracias por tus letras!
Un saludo.
Y leeré su blog, parece interesante!
Saludos!
Gracias Gara, ya verás como te quedas.
No debemos dejar que pase Mamen, quedaríamos en nada.
jaja gracias Ana, pero este lo he hecho con un poco más de empeño : )
Soñar es muy importante Rakel, y expresar los sueños también lo es... otro besito perdido :P
Está el enlace en mi primer comentario Gittana.
Es dificil adaptarse a lo nuevo Tornasol y muchas veces se ven afectadas cosas que no queremos.
Gracias Lascivia, es algo que sentía que debía hacer, es un relato como cualquier otro, pero con una protagonista real en este caso.
En eso tienes razón Di.Verso, cada uno es como es, y cada cual tiene su estilo, pero a mí realmente me gusta su estilo, por eso pienso que escribe mejor que yo : )
Belén, escribe todo lo que quieras en ella, que para eso está, y que podamos leer lo que escribes : )
Gracias Menda, no te arrepentirás.
Siempre debemos tener un niño en un rincón de nuestra mente Esther.
Bea, Rizosa, qué decirte a tí si creo que ya está todo dicho. Espero que esto le de un soplo a tu cajón de las ilusiones y continues haciéndonos disfrutar de tus historias únicas.
Y gracias por ese texto... me ha entusiasmado :P
Orologiaio, eso no ocurrirá, los bucles son una extensión de su propia persona jeje.
El mundo, cuando quiere moverse puede salvar o matar lo inimaginable borderline, en este caso esperemos que sea lo primero.
Gracias Agua, pásate y te quedarás :P
Lo es Beatriz, que por cierto, sois tocayas jeje.
Anónimo, sé perfectamente que no es un texto suyo, ya me lo dijo, pero el hecho de que sea suyo o no, no quita que esté genial. Ese tipo de fábulas rulan por internet, y poca gente dice de quién son. Ella simplemente lo vió y lo compartió.
Un enorme abrazo a tod@s y muchas gracias por vuestra paciencia : )
Echaré un vistazo a su blog.
Besos Oscar.
Me gustan estos dedicados/guiños.
Un beso :)
Ideal para leerle en este dia gris.
Un beso
mmm...xao..
Verdaderamente, sabes con quienes codearte.
Un abrazo por escribir como escribes, y ser como eres,Oscar!!
( Por supuesto, yo pienso lo mismo que reflejas en el texto, nunca perdamos lo que teníamos de valioso en otro tiempo! es vital para seguir con la realidad )
Tu gesto es precioso, igual que tu texto. Vale la pena leeros a los dos.
Besos
Un hermoso relato el tuyo...
Gracias por hacerme conocer un nuevo espacio tan encantador...
Roxanne
tu eres un gran escritor...
Voy a visitarla...
Un saludo
Un beso!
Yo, tampoco quiero que se pierda...
Espero que esto tan hermoso que le dedicas, la haga recapacitar y siga escribiendo,que siga conservando sus bucles para siempre jamás,anque sea en el alma.
Besos.
Por supuesto Yurena, sin cariño no me habrían salido las palabras.
Gracias Pati, yo también creo que no se perderá...
Parece que el gris de los días se vuelve un poco colorido, a mi me pasó al escribirlo Lucina.
Gracias Lasosita, son momentos de debilidad que se deben cubrir con un poquito de alegría :P
Tu lo sabes de primera mano Reina, y estás en lo cierto.
Gracias Roxanne, es un detalle por tu parte.
Yo también tengo faceta tierna Mixha, y a veces la dejo ver :P
A mi me pasa a menudo Radamanth, hay momentos en los que te sientes perdido, y nunca viene mal un empujoncito para continuar la marcha.
Pues rellénalo Noviembre, no lo dejes en el olvido.
Gracias Lorena, este se ha convertido uno de mis relatos preferidos.
mimi, aún me falta mucho por aprender, yo siento envidia positiva de mucha gente :P
Al menos de momento sí ha servido Marinel, esperemos que dure muchísimo.
Un besazo