The dream is just in my mind




Y el aire vibraba, estremecía los límites de su entorno, intentaba escapar pero no lo dejábamos porque teníamos las ventanas cerradas. 
La reverberación de aquellas notas, la música y el momento eran nuestros. Eran de quien los retenía y los hacía suyos. Nos pertenecían durante aquellos imborrables instantes. Tuyos y míos. 

Eras todo lo que yo nunca seré. 
Lo intento. 
Por algún motivo me queda la melodía de esta canción que me ponías en el casete del coche. The dream is just in my mind. Siempre adelantado a tu tiempo, como si quisieras vivir deprisa los momentos que te iban a faltar, aunque no lo sabías. 
No lo sabíamos. 
Es un himno. Uno de tantos. Es mi reloj roto en los 90. Es el tatuaje en mi hombro izquierdo. MCMXCIX. 

Y después de todo me alegra escuchar la música que forma parte de lo que fuimos cuando estábamos juntos. Tu música. Ese otro lazo que me ata a tí y no deja que te me escapes. 
Y la necesito. 
Y necesito tu recuerdo para conocerme un poco más. 
Cada día trato de parecerme a la imagen que me dejaste. Acercarme y rozar de lejos tu esencia. Contarte en un relato corto hasta dónde hemos llegado a pesar de tu ausencia; que llevamos mucho barro en los pies y caminamos lento desde que nos falta la mano que nos llevaba; que odio los números 13 y 12; o que avanzamos mirando al cielo preguntándote si vamos por el camino correcto. Que me conformo con llegar a la mitad de tu reflejo. 

He perdido aquella cinta de casete. Espero que me perdones. Pero me quedé con esta canción y ya no me hace falta conservar aquella cinta porque the dream is just in my mind
Porque te gustaba la música, y a mi me encanta; vivo escuchándola. Y porque, en definitiva, nos enseñaste que los conceptos soñar y vivir están más cerca de lo que creemos. 

Da igual los años, siempre estás aquí. Siempre. 

Aquel día se paró mi reloj, y desde entonces todos los días parecen iguales. Acordarme de tí es mirarme al espejo al levantarme. Dicen que "nadie se va del todo mientras esté en el pensamiento de alguien". Tú nos vas a sobrevivir porque estás en nuestra mente, en nuestros actos y en nuestro día a día, y lo estarás en las generaciones futuras porque tu esencia perdura y nos construye. 
Porque transmitiremos de dónde venimos y por qué intentamos parecernos a tí. Porque eres el molde y no queremos ser de otra forma. 

No somos perfectos ni lo prendemos, tu tampoco lo eras, pero estabas orgulloso de lo que fuiste y de tu legado, que somos nosotros. Y lo más cercano a la perfección que he conocido eras tú. Así que intentaré (intentaremos) toda la vida ser tan imperfectamente perfecto(s) como tú.



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