Mass Media
A esa altura no podía fallar.
El sudor que caía por sus sienes trazando un surco húmedo y provocándole un leve cosquilleo daba cuenta de que la angustiosa duda asomaba la cabeza por la superficie de su renqueante determinación.
La gente que se agolpaba abajo, absorta en sus quehaceres cotidianos era totalmente ajena a lo que se estaba fraguando sobre sus pasos.
Horas antes, como si de un puzzle se tratase, Mario iba componiendo pieza a pieza los trazados de su plan perfecto; o eso creía.
Nada podía escaparse a su control bajo la perspectiva de su mirada calculadora y, si el azar lo acompañaba, al final de la tarde todo habría acabado.
La plaza era grande y concurrida; buena temperatura en una incipiente época estival que invitaba a salir del hormiguero y olvidarse por un rato de la monotonía diaria.
Ya lo había intentado por todos los medios, pero los medios sólo escuchan cuando saben que van a vender; y nada lo hace mejor que el morbo de una muerte pública.
Mario era un concienciado luchador. Tan concienciado que a veces no sabía por lo que luchaba. Siempre que había una manifestación, allá que iba con su voz preparada para gritar o insultar a quien tocase; una vez allí, preguntaba por qué estaba protestando. Le gustaba hacer ruido; igual daba hacerlo a favor del aborto que en contra. En verano, después de beberse unas cervezas en algún chiringuito de playa, se unía a los ecologistas para pedir que los retirasen.
Una conciencia bipartita, una por cada neurona.
Nunca le gustó pensar porque requería un esfuerzo mayor que dejarse llevar por lo que otros pensaran. Lo suyo era la acción, haciendo bulto e intentando elevar su voz por encima de las demás. Fue convirtiendo aquello en su forma de vida, inundando una mente cada vez más obsesionada por la causa, fuese cual fuese, hasta el punto de que causa y vida fueron una.
Y allí se encontraba, rindiendo honor a su binomio particular; dándolo todo por hacerse escuchar.
En los momentos de flaqueza pensaba en cuánta gente le aplaudiría como si de un mártir se tratase y se le erizaba el bello, infundiéndole fuerzas para continuar.
Se arrodilló en esa azotea con la mirada en dirección a la plaza; cerró los ojos y volvió a deleitarse en sus pensamientos, sintiendo el cosquilleo recorrer su cuerpo. Los abrío de nuevo echando un lento vistazo para hacer el último cálculo e inspiró profundamente soltando el aire de forma pausada, como había leído en algún manual.
El griterío se apoderó del concurrido espacio. Instantes de confusión seguidos del intenso frenetismo por salir de aquel lugar tras el primer disparo. Los elementos del calculado plan estaban en marcha: Padres angustiados en busca de sus hijos, que lloraban perdidos sin entender qué estaba ocurriendo; una persona tumbada en el suelo, sangrando su vida por el pecho; la sonrisa satisfecha de Mario acariciando su rifle, a la espera de la policía para detenerle, y la inminente llegada de los medios de comunicación para difundirlo.
Ahora sí se estaba haciendo escuchar.
El sudor que caía por sus sienes trazando un surco húmedo y provocándole un leve cosquilleo daba cuenta de que la angustiosa duda asomaba la cabeza por la superficie de su renqueante determinación.
La gente que se agolpaba abajo, absorta en sus quehaceres cotidianos era totalmente ajena a lo que se estaba fraguando sobre sus pasos.
Horas antes, como si de un puzzle se tratase, Mario iba componiendo pieza a pieza los trazados de su plan perfecto; o eso creía.
Nada podía escaparse a su control bajo la perspectiva de su mirada calculadora y, si el azar lo acompañaba, al final de la tarde todo habría acabado.
La plaza era grande y concurrida; buena temperatura en una incipiente época estival que invitaba a salir del hormiguero y olvidarse por un rato de la monotonía diaria.
Ya lo había intentado por todos los medios, pero los medios sólo escuchan cuando saben que van a vender; y nada lo hace mejor que el morbo de una muerte pública.
Mario era un concienciado luchador. Tan concienciado que a veces no sabía por lo que luchaba. Siempre que había una manifestación, allá que iba con su voz preparada para gritar o insultar a quien tocase; una vez allí, preguntaba por qué estaba protestando. Le gustaba hacer ruido; igual daba hacerlo a favor del aborto que en contra. En verano, después de beberse unas cervezas en algún chiringuito de playa, se unía a los ecologistas para pedir que los retirasen.
Una conciencia bipartita, una por cada neurona.
Nunca le gustó pensar porque requería un esfuerzo mayor que dejarse llevar por lo que otros pensaran. Lo suyo era la acción, haciendo bulto e intentando elevar su voz por encima de las demás. Fue convirtiendo aquello en su forma de vida, inundando una mente cada vez más obsesionada por la causa, fuese cual fuese, hasta el punto de que causa y vida fueron una.
Y allí se encontraba, rindiendo honor a su binomio particular; dándolo todo por hacerse escuchar.
En los momentos de flaqueza pensaba en cuánta gente le aplaudiría como si de un mártir se tratase y se le erizaba el bello, infundiéndole fuerzas para continuar.
Se arrodilló en esa azotea con la mirada en dirección a la plaza; cerró los ojos y volvió a deleitarse en sus pensamientos, sintiendo el cosquilleo recorrer su cuerpo. Los abrío de nuevo echando un lento vistazo para hacer el último cálculo e inspiró profundamente soltando el aire de forma pausada, como había leído en algún manual.
El griterío se apoderó del concurrido espacio. Instantes de confusión seguidos del intenso frenetismo por salir de aquel lugar tras el primer disparo. Los elementos del calculado plan estaban en marcha: Padres angustiados en busca de sus hijos, que lloraban perdidos sin entender qué estaba ocurriendo; una persona tumbada en el suelo, sangrando su vida por el pecho; la sonrisa satisfecha de Mario acariciando su rifle, a la espera de la policía para detenerle, y la inminente llegada de los medios de comunicación para difundirlo.
Ahora sí se estaba haciendo escuchar.
Comentarios
Me pone muy nerviosa cuando la gente defiende que sus problemas, sus miserias, su comportamiento agresivo e ilegal es sólo la consecuencia de algo. Que la vida, la sociedad, les ha hecho así.
Y una mierda. La sociedad quiere que yo sea una anoréxica huesuda, pero aquí sigo yo con mis lorzas y mis tortillas de papas.
Cada cual es libre de elegir, a pesar de todo. Y al tipo éste, espero que no le saquen ni en canal Málaga.
Muchos besos.
Por cierto... tenemos que hablar del final del niño robot ¬¬
He acabado...
Besitos!
Da gusto volver a leerte :) Un beso.
así, no hace falta más
que ver los telediarios.
Un gusto volver a paladear
tus textos.
Besos.
ser frio y calculador....conocer las consecuencias y abrazarlas..
wow...interesante relato..
saluditos!
Muy bien relatado, como siempre, Óscar.
Me alegro de verte nuevamente por aquí.
mucho locura suelta.
mucho morbo añadido.
perturbación y daño.
Buen finde.
Saludos conversos.
Lo has plasmado a la perfección, te aplaudo.
Saludos,
Sara.
Muy bueno el relato, curioso que eligiéramos una ejecución con público,Oscar!
Un saludiño desde Galicia!
Muy bueno.
Un beso MUYGRANDE :)
Hay gente que justifica actos injustificables con miserias que ni les afectan; así son algunos.
Ana, lo vemos a diario en la tele, si no aquí en españa, sí en otros países.
Gracias Julio, a veces las circunstancias nos desbordan. Un abrazo.
Cris, hablaremos, pero no sabemos cuando jajaja.
Es así Ana, aterroriza, pero la hay.
Gracias Marisa, de ahora en adelante más aún : )
Ramón, para eso siempre hay tiempo, aunque sea tarde, que todos los años cumplimos, y que siga siendo así, jejeje. Un abrazo.
Pues sí Tornasol, ¿hay algo peor que saber las consecuencias y seguir adelante en estos casos?
Debería Ayla, pero esta gente es cobarde, muy cobarde.
Todos esos factores Cemanaca son fatales cuando se juntan, y por desgracia se juntan a menudo.
Gracias Agua!! Vuelvo con fuerza, jejeje. Espero poder seguir con ánimos.
El problema es que hay gente capaz de llevarlas a cabo Sara, y luego sufren los inocentes.
Ejecución en público, más morbo, más publicidad Lasosita. Un beso
Otro besazo Marta. Efectivamente no es muy distinto, por desgracia.
Un abrazo a tod@s
Hasta pronto
Un saludo
very nice blog and posts
adora
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