Limon, tequila y sexo (parte III)
A la mañana siguiente desperté en la cama de una habitación de hotel, totalmente desnudo; ella estaba durmiendo a mi lado, de espaldas, con una camisa como única prenda. Dibujé su contorno con un dedo, la abracé desde atrás y le dí un beso en el cuello.
Permanecí durante un rato sintiendo su respiración, acariciando su cuerpo semi desnudo con las yemas de mis dedos y recordando con una sonrisa todo lo que había ocurrido tras salir del pub.
Permanecí durante un rato sintiendo su respiración, acariciando su cuerpo semi desnudo con las yemas de mis dedos y recordando con una sonrisa todo lo que había ocurrido tras salir del pub.
Anduvimos cogidos de la mano perdiéndonos entre la gente; ella tiraba de mí calle abajo sin decir palabra. Cuando le preguntaba dónde me llevaba se limitaba a contestar con un shhh
Cinco minutos más tarde doblamos la última esquina antes de llegar al lugar en el que había planeado terminar la noche: el hotel.
Una vez en la entrada se detuvo mirándome, me dio un beso con cara divertida y me dijo dibujando un gesto de inocencia:
-Me da miedo dormir sola.
Supuse desde un principio que esa era su intención, pero me divirtió la simpática forma de pedirlo. Más tarde comprobé que esa fórmula le resultaba infalible.
-Sabes que si subo dormirás poco.
Volvió a cogerme la mano caminando hacia el interior y diciendo me parece estupendo.
Entramos al ascensor y antes de que se cerraran las puertas pude ver al recepcionista mirando cómo ella comenzaba a abrir los botones de mi pantalón. Comiéndole de nuevo los labios hice lo propio percatándome de algo; se volvió a reír, esta vez con cara traviesa; llevó una mano al bolsillo y sacó sus bragas; las prisas -dijo riendo.
Cada segundo que pasaba me excitaba más la situación con esa chica, era como si desprendiera un hálito que embriagaba mis sentidos y no podía pensar en otra cosa más que en su cuerpo, que palpaba ansiosamente; sus labios que saboreaba con hambre; sus ojos que me perturbaban al mirarme. Pero sobre todo sus palabras camufladas con un halo de inocencia o maldad según su capricho.
El ascensor seguía su camino hacia la sexta planta mientras las manos recorrían el interior de los pantalones desabrochados de uno y otro. Todo ocurría deprisa. La apoyé contra la pared, se los bajé hasta los tobillos sacándolos por una pierna para que no molestasen, me agaché introduciéndome entre sus ingles y paseando la punta de mi lengua por la zona, de nuevo humedecida; con una mano en su pecho, empujándola hacia atrás, y la otra en su culo, acercando sus caderas a mi boca. Ella se dejó hacer entre jadeos, acariciándome con ambas manos la cabeza; y arqueando la espalda al sentir mis labios de nuevo en su clítoris.
A los pocos segundos se detuvo y abrió sus puertas para dar paso a una planta supuestamente vacía por lo tarde que era. Nosotros continuamos haciendo caso omiso a la posibilidad de que alguien pudiese aparecer en ese momento y observar la escena, lo cual aumentaba el morbo y la excitación, de la que dejó constancia al exhalar un suspiro más contundente que los anteriores; y me dí cuenta de que ya no había marcha atrás. Continué ejerciendo presión con mi lengua en cada movimiento; cerrando y abriendo mis labios; succionando delicadamente al abrazar su clítoris con ellos; mezclando mi saliva con el sabor de su néctar.
Las puertas del ascensor se volvieron a cerrar comenzando a bajar de nuevo. Justo en ese instante concentró sus gemidos al tiempo que cerraba ambas manos sobre mis hombros con fuerza.
¿Desde qué planta lo habrían llamado?
El pausado descenso continuaba al compás de sus gemidos que ya empezaban a calmarse.
Finalmente se detuvo en la primera planta; la pareja que lo esperaba nos miró cómplices al percatarse de que apenas nos había dado tiempo para adecentarnos un poco.
La cara del recepcionista se convirtió en un cuadro abstracto cuando llegamos abajo y se percató de que aún permanecíamos dentro del ascensor.
La otra pareja, al salir se limitó a despedirse con una sonrisa pícara.
Volví a pulsar el botón del sexto y antes de llegar me dijo al oído:
-Aún no he terminado de correrme. Pero vamos a ponernos más cómodos.
Entramos a la habitación, me volvió a coger de la mano y tiró de mí hacia el baño, volviendo a poner ese gesto y diciendo:
-Necesito una ducha.
Sin darme tiempo a decir palabra puso de nuevo sus labios sobre los míos y me bajó los pantalones con prisa; ella misma se quitó los suyos, pero no me dejó quitarme nada más.
-Así es suficiente.
Definitivamente me rendí; sabía que haría lo que quisiese conmigo, así que nos metimos en la ducha a medio vestir y el agua templada empapó nuestras camisas haciendo que se pegasen formando una segunda piel, para comenzar de nuevo a desabrochar botones lentamente, beso a beso. Tampoco llevaba sujetador.
Me quité la camisa y quedé desnudo; le dejé la suya puesta, desabrochada y chorreando. Me acarició la entrepierna con ambas manos mientras me besaba; pude notar cómo me palpitaba conforme sus dedos la iban recorriendo lentamente.
-Quiero sentirla otra vez.
Sin decir palabra se dio la vuelta poniéndose de espaldas a mí, levantó una pierna apoyándola en el borde de la bañera, puso una mano contra la pared y con la otra me agarró para que me aproximase. Pasé ambos brazos por su cintura, bajé levemente mi pelvis y comencé a penetrarla desde atrás muy despacio, sintiendo cada una de esas palpitaciones y haciéndoselas sentir mientras la agarraba con fuerza y dejábamos escapar un gemido de placer.
Cinco minutos más tarde doblamos la última esquina antes de llegar al lugar en el que había planeado terminar la noche: el hotel.
Una vez en la entrada se detuvo mirándome, me dio un beso con cara divertida y me dijo dibujando un gesto de inocencia:
-Me da miedo dormir sola.
Supuse desde un principio que esa era su intención, pero me divirtió la simpática forma de pedirlo. Más tarde comprobé que esa fórmula le resultaba infalible.
-Sabes que si subo dormirás poco.
Volvió a cogerme la mano caminando hacia el interior y diciendo me parece estupendo.
Entramos al ascensor y antes de que se cerraran las puertas pude ver al recepcionista mirando cómo ella comenzaba a abrir los botones de mi pantalón. Comiéndole de nuevo los labios hice lo propio percatándome de algo; se volvió a reír, esta vez con cara traviesa; llevó una mano al bolsillo y sacó sus bragas; las prisas -dijo riendo.
Cada segundo que pasaba me excitaba más la situación con esa chica, era como si desprendiera un hálito que embriagaba mis sentidos y no podía pensar en otra cosa más que en su cuerpo, que palpaba ansiosamente; sus labios que saboreaba con hambre; sus ojos que me perturbaban al mirarme. Pero sobre todo sus palabras camufladas con un halo de inocencia o maldad según su capricho.
El ascensor seguía su camino hacia la sexta planta mientras las manos recorrían el interior de los pantalones desabrochados de uno y otro. Todo ocurría deprisa. La apoyé contra la pared, se los bajé hasta los tobillos sacándolos por una pierna para que no molestasen, me agaché introduciéndome entre sus ingles y paseando la punta de mi lengua por la zona, de nuevo humedecida; con una mano en su pecho, empujándola hacia atrás, y la otra en su culo, acercando sus caderas a mi boca. Ella se dejó hacer entre jadeos, acariciándome con ambas manos la cabeza; y arqueando la espalda al sentir mis labios de nuevo en su clítoris.
A los pocos segundos se detuvo y abrió sus puertas para dar paso a una planta supuestamente vacía por lo tarde que era. Nosotros continuamos haciendo caso omiso a la posibilidad de que alguien pudiese aparecer en ese momento y observar la escena, lo cual aumentaba el morbo y la excitación, de la que dejó constancia al exhalar un suspiro más contundente que los anteriores; y me dí cuenta de que ya no había marcha atrás. Continué ejerciendo presión con mi lengua en cada movimiento; cerrando y abriendo mis labios; succionando delicadamente al abrazar su clítoris con ellos; mezclando mi saliva con el sabor de su néctar.
Las puertas del ascensor se volvieron a cerrar comenzando a bajar de nuevo. Justo en ese instante concentró sus gemidos al tiempo que cerraba ambas manos sobre mis hombros con fuerza.
¿Desde qué planta lo habrían llamado?
El pausado descenso continuaba al compás de sus gemidos que ya empezaban a calmarse.
Finalmente se detuvo en la primera planta; la pareja que lo esperaba nos miró cómplices al percatarse de que apenas nos había dado tiempo para adecentarnos un poco.
La cara del recepcionista se convirtió en un cuadro abstracto cuando llegamos abajo y se percató de que aún permanecíamos dentro del ascensor.
La otra pareja, al salir se limitó a despedirse con una sonrisa pícara.
Volví a pulsar el botón del sexto y antes de llegar me dijo al oído:
-Aún no he terminado de correrme. Pero vamos a ponernos más cómodos.
Entramos a la habitación, me volvió a coger de la mano y tiró de mí hacia el baño, volviendo a poner ese gesto y diciendo:
-Necesito una ducha.
Sin darme tiempo a decir palabra puso de nuevo sus labios sobre los míos y me bajó los pantalones con prisa; ella misma se quitó los suyos, pero no me dejó quitarme nada más.
-Así es suficiente.
Definitivamente me rendí; sabía que haría lo que quisiese conmigo, así que nos metimos en la ducha a medio vestir y el agua templada empapó nuestras camisas haciendo que se pegasen formando una segunda piel, para comenzar de nuevo a desabrochar botones lentamente, beso a beso. Tampoco llevaba sujetador.
Me quité la camisa y quedé desnudo; le dejé la suya puesta, desabrochada y chorreando. Me acarició la entrepierna con ambas manos mientras me besaba; pude notar cómo me palpitaba conforme sus dedos la iban recorriendo lentamente.
-Quiero sentirla otra vez.
Sin decir palabra se dio la vuelta poniéndose de espaldas a mí, levantó una pierna apoyándola en el borde de la bañera, puso una mano contra la pared y con la otra me agarró para que me aproximase. Pasé ambos brazos por su cintura, bajé levemente mi pelvis y comencé a penetrarla desde atrás muy despacio, sintiendo cada una de esas palpitaciones y haciéndoselas sentir mientras la agarraba con fuerza y dejábamos escapar un gemido de placer.
Comentarios
No tengo pelos en la lengua porque tú no quieres.
:P
Besos
PD. Esperando ya con ansias la cuarta parte...
Me encanta este tipo de textos retorcidos e intectuales jijijij
Y también me encanta el detalle de la camisa, es muy sensual :P
Un beso :)
Muchos besos.
un abrazo dale
total, vos decis
que nunca son suficientes
Un besito.
TE DEJO UN BESOOOO¡¡¡¡
Eso si es saber controlar la situación :)
Besicos
Una ducha refrescante Reina.
Gracias Agua. Y sip, leer esto en horas de oficina puede ser peligroso, luego te pregunta el jefe por qué tienes calor jeje.
Un gran comiento sí señor Pelirroja, ahora puedes decir a tus fanses que también escribo textos obscenos y guarros jajaja. El detalle de la camisa es algo que me da morbo, no sé por qué.
Ana, luego las coges todas y las lees de un tirón a ver qué pasa jeje.
Duchita para despejar Ana, que sudaron mucho en el almacén :P
Sin pecado concebido Menda. ¿Era así?
Nunca son suficientes abrazos María, siempre viene bien uno más.
Mucho tequila Lorena, anda que no da de sí jeje.
Gracias Mamen, dos lugares muy sensuales sin duda.
Jajaja, que vá Belén, al contrario, la situación se ha vuelto incontrolable!!
Un besazo y un abrazo
El ascensor, y la ducha.. sexy.
Un beso Oscar
Maravilloso texto. Excelente narraciòn y el mejor duchazo jamàs contado.
Besos lascivos.
Besos.
Me ha agarrado inspiración nuevamente... si continúa tal vez llegue a mi casa a escribir algo...
Roxanne
Que si el almacén de un bar... que si el ascensor. Lo tuyo son los lugares públicos ¿Eh?.. jejeje
Un besooo..
un saludo!
Rubor que me entra cuando leo estas cosas...
Uf, había olvidado lo del tequila el limón y sólo me acordé del sexo.
Menuda forma de escribir, la tuya, Oscar!
Un gran SALUDO, y un buen finde.
Sobre todo... inspirador!
;)
siiii!!!!!...
toy akiiii...
y no se porq?!?!?!?!...
no lo he podido resistir....
pero he veniooooo....
sera....!?!?!?!
q hoy toy felizzz!!!...
q hoy empieza el findeeee...
mmmmmmmmmmmmmmmm....
q mas q mas....
pues eso...
si ya lo sapsss...
mmmmmmmmmmmmmmmmmmm....
te "fastidiareeee"....
mmmmmmmmmmmmmmmmmmmm...
creo q volvere.....
se q en el fondo te gustaa...(pero muy en el fondo...rozando casi el agua)...
jajajajajajaaaaaaa...
besitos
mmmmmmmmmmmmmmmmmmm...
simplemente besitos...
Vaya pedazo de relato!Quizás vuelva a leerlo pero en la noche, este da menos miedo que el del nene robot!jeje;)
Un besote y espero que pases un feliz fin de semana
Así da gusto venir a verte.
Sabes cómo tratarnos...
Besos orgásmicos.
¡Y a mí que no me gustan los ascensores!
Beso.
Madre mía Oscar, por el amor hermoso!!!!!
Por favor, acabemos con esto de una vez!!!!!
Termina!
Dale un final...
Que la presión ya me puede!!!!!!
Arghhhhhhhhhhhhhh!!!!
Muaksssssssssssssssss!!!!
Supongo que tendremos( parte IV ).
Espero que sea tan genial como las tres primeras.
Moitos bicos.
Podríase cambiarse teóricamente
“penetrarla desde atrás” por
“penetrarla por detrás”
es que en esto de las preposiciones siempre me lío.
Es tan real tu historia que yo estaba en ese hotel,
os estaba mirando, pero no podía distinguir si…
¡Por Dios acláranos esta duda que nos carcome!
besitos al abejoso...y un poco mas..jiji
Unmmm y yo me pregunto,a quien le gusta dormir sola?, a mi no.
Besos
Es que tampoco quiero saturar con tanto texto erótico Radamanth, por eso prefiero ir poco a poco.
Gracias Lascivia. Ducha sugerente :P
Orologiaio, mucho, muuucho jaja.
Si, escribirlo de una vez sería demasiada tensión Yurena
Hay que tener cuidado con dónde se leen estos textos Roxanne
Me gusta Elen, el morbo :)
Gracias Loca :P
En este queda poco ya del tequila Sosita, en todo caso los restos de borrachera jiji.
Sabía yo que vendrías Rakel, no puedes resistirlo jejeje, aunque te has hecho de rogar. Gracias guapa!
Si eh Jezabel? A mí también me cae genial!! jeje.
Pues dales la bienvenida de mi parte Clarita. Conseguiste ruborizarme. Gracias por darme a conocer : )
A tí por leerme Pepa Luna, el cunnilingus lo hago encantado :P
Pues que empiecen a gustarte Marcela, porque también pasan cosas interesantes.
El final llegará, pero con calma, que estas cosas hay que disfrutarlas PinUp. laaa, la la laaaa...
No sé si la habrá Marisa, veremos que pasa... según me entre la primavera jejeje.
Eulogio, de nuevo como a tí más te guste, puedes interpretarlo con el "por" o con el "desde", ya sabes que doy libertad para que tu imaginación vuele jeje.
Besitos a tí también Tornasol, y un poco más si quieres... jeje.
A mí tampoco Gara, al menos de vez en cuando :P
UN ABRAZO!!!!!!!
Un besazo y felicidades, estuvo genial!!
(Perdona el retraso... no se pq no me salen tus post en mi blog..)
y que recuerdos por dios!!!
saludos